martes, 16 de febrero de 2016

Carta al Papa Francisco de mujeres, hombres, niñas y niños de El Barzón

Con mucho cariño las mujeres y los hombres organizados en El Barzón. le damos la bienvenida a Ciudad Juárez, al estado de Chihuahua y a nuestro México Somos un movimiento de ciudadanas y ciudadanos libres surgido hace más de veinte años para salvar el patrimonio de los agricultores ante la voracidad de los bancos; las viviendas y los negocios familiares. Ahora, también luchamos para producir alimentos baratos, saludables, suficientes para tod@s, mantener empleos dignos en el campo y vivir en armonía con la madre naturaleza. Y proseguimos defendiendo el patrimonio de las familias, sobre todo sus viviendas a la vez que la realidad de violencia, exclusión y corrupción de este país nos ha tornado también en defensoras y defensores de los derechos humanos.

Usted expresa muy bien la mística de acción citando a San Francisco de Asís en el número 10 de su encíclica Laudato Si: “…son inseparables la preocupación por la naturaleza, el compromiso con la sociedad y la paz interior”.

Porque hemos escuchado, tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres, queremos decirle que estamos con Usted, que su entrega y su lucha son nuestra entrega y y nuestra lucha. Que, como nuestros hermanos y hermanas de las Comunidades Ecesiales de Base compartimos su ver, su juzgar y su llamado a actuar en este mundo donde se han globalizado el desastre ambiental, la violencia, la injusticia, la exclusión pero también donde hay fuerzas de abajo que clamamos por globalizar la justicia, la solidaridad, la ternura, la esperanza.

Compartimos su VER: porque el diagnóstico que hace Usted en su Encíclica lo vivimos, lo sufrimos desde abajo:

  • Día a día sentimos como el deterioro del ambiente y de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta. (48).

  • Nuestras comunidades padecen la sequía, las heladas extremas, los temporales erráticos, porque como Usted señala: muchos pobres viven en lugares particularmente afectados por fenómenos relacionados con el calentamiento y sus medios de subsistencia dependen fuertemente de las reservas y de los servicios ecosistémicos. (25).

  • Hemos tenido que defender nuestra agua no sólo porque, como Usted señala, Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes. (29), sino también por la colusión de agricultores ricos, depredadores de ese vital recurso, coludidos con autoridades corruptas. Y, con Usted concluimos que: Una mayor escasez de agua provocará el aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que dependen de su uso. (31) Es el agua que no es nuestra, que nos tienen prestada nuestros hijos y nuestros nietos.

  • Por nuestra parte vemos con indignación como los precios de los insumos que empleamos para producir, semillas, fertilizantes, combustibles, implementos y maquinaria van siempre a la alza y los precios de nuestros productos, van a la baja. Esto nos descapitaliza, nos hace abandonar la tierra y nuestras comunidades.

  • Todo esto va generando una enorme polarización y desigualdad económica y productiva entre las más de cinco millones 300 mil unidades económicas del sector agropecuario, de acuerdo a un estudio de la FAO, organización que también califica de “insostenible” la situación que vivimos los pequeños agricultores.

  • Así se va generando un esquema que favorece las importaciones de los alimentos básicos, que en México ya cubren más del 40% del consumo nacional y nos hace dependientes en nuestra alimentación de empresa extranjeras sin escrúpulos.

  • Nuestras condiciones de vida se van deteriorando, como Usted bien apunta: “La carencia de protección social afecta sobre todo a los pequeños agricultores, ganaderos, pescadores y agentes forestales, obligados a vivir precariamente, porque el fruto de su trabajo depende con frecuencia de condicionamientos naturales, que a menudo escapan de su control, y a la falta de medios para enfrentar las malas cosechas o para obtener las herramientas técnicas necesarias.

  • Por si esto fuera poco, la violencia, la injusticia y la impunidad se han adueñado del campo mexicano. El crimen organizado, las corporaciones policíacas y militares aliadas con él, han hecho que nuestros pueblos, nuestras comunidades vivan en el terror cotidiano. Controlan nuestros espacios, violan nuestros derechos más elementales; asesinan a nuestros dirigentes cuando reclamamos justicia; llevan a cabo cientos de desapariciones forzadas. Todo esto en medio de la más absoluta impunidad.

Compartimos también su manera de JUZGAR esta situación, Padre Francisco:

§  Como Usted pensamos que la raíz estructural de los problemas ambientales y sociales que nos aquejan a las agriculturas campesinas e indígenas es el Paradigma Tecnocrático-Financiero-Mercantilista que se ha impuesto a nuestras sociedades. Con Usted concluimos que: “el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social.” (109)

§  Nos apropiamos de sus palabras: “Cuando la especulación financiera condiciona el precio de los alimentos tratándolos como a cualquier mercancía, millones de personas sufren y mueren de hambre. Por otra parte se desechan toneladas de alimentos. Esto constituye un verdadero escándalo. El hambre es criminal, la alimentación es un derecho inalienable”.

§  Como Usted sostenemos: “No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza.” (139).

§  Este modelo tecnocrático-mercantilista, Usted bien lo señala, propicia “…una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y de otros productos necesarios para su cultivo, y la dependencia se agrava si se piensa en la producción de granos estériles que terminaría obligando a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras.” Por esto precisamente hemos luchado con intensidad para defender nuestro maíz y nuestro patrimonio genético de los organismos genéticamente modificados.

§  Otro de los factores de esta crisis con varias cabezas es la extensión de los monocultivos controlados por oligopolios, que presionan para cambiar indebidamente los usos del suelo; que arrasan con la cubierta vegetal de cientos de miles de hectáreas y se acaban en unos cuantos años el agua fósil almacenada pacientemente bajo el desierto por decenas de siglo. (23) Desde nuestras localidades observamos que: “…La expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales.” (134) En México todo esto se hace con el total apoyo de los diversos órdenes de gobierno.

§  Las consecuencias las señala Usted y nosotros las constatamos a nuestro alrededor: “…el acaparamiento de las tierras de cultivo por parte de empresas transnacionales y Estados… no sólo priva a los agricultores de un bien esencial, sino que afecta directamente a la soberanía de los países. Ya son muchas las regiones en las que los alimentos producidos van a países extranjeros y la población local se empobrece por partida doble, porque no tiene ni alimentos ni tierra”.

Concluimos, que “Estas situaciones provocan el gemido de la hermana tierra, que se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro rumbo.”. Ese rumbo lo hemos tomado con nuestros movimientos y con nuestras luchas, por eso también hacemos nuestro su Llamado a ACTUAR:

  • Partimos de las premisas que Usted plantea: que la humanidad posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. (25) y que Salvar la vida, salvar al planeta, salvar a la humanidad pasa por salvar a la pequeña agricultura.

  • Estamos dispuestas y dispuestos a seguir luchando, como Usted lo dijo en el Encuentro con Movimientos Sociales en Bolivia, por la tierra, el techo y el trabajo digno, en el sentido que apuntan los Obispos de Paraguay: «Todo campesino tiene derecho natural a poseer un lote racional de tierra donde pueda establecer su hogar, trabajar para la subsistencia de su familia y tener seguridad existencial. Este derecho debe estar garantizado para que su ejercicio no sea ilusorio sino real. Lo cual significa que, además del título de propiedad, el campesino debe contar con medios de educación técnica, créditos, seguros y comercialización” (94) El gran objetivo es que se nos permitan una vida digna a través de nuestro trabajo en el campo. (128)

  • Vamos a continuar nuestras luchas para que las autoridades asuman la responsabilidad de toma medidas de claro y firme apoyo a los pequeños productores y a la diversidad productiva, sobre todo a los sistemas alimentarios campesinos “…que siguen alimentando a la mayor parte de la población mundial, utilizando una baja proporción del territorio y del agua, y produciendo menos residuos, sea en pequeñas parcelas agrícolas, huertas, caza y recolección silvestre o pesca artesana.” (129)

  • A nivel local, continuaremos nuestros movimientos en el sentido de lo que Usted señala: “…la modificación del consumo, al desarrollo de una economía de residuos y de reciclaje, a la protección de especies y a la programación de una agricultura diversificada con rotación de cultivos. Es posible alentar el mejoramiento agrícola de regiones pobres mediante inversiones en infraestructuras rurales, en la organización del mercado local o nacional, en sistemas de riego, en el desarrollo de técnicas agrícolas sostenibles. Se pueden facilitar formas de cooperación o de organización comunitaria que defiendan los intereses de los pequeños productores y preserven los ecosistemas locales de la depredación.”

  • Insistiremos en nuestra demanda, en la que Usted también está de acuerdo de que es urgente ordenar el mercado agroalimentario La población padece de manera sistemática de las prácticas de la especulación y el ocultamiento de productos. Exigimos necesarias intervenciones de los poderes públicos para regular a los grandes poderes que intervienen. garantizar el derecho a la vida digna comenzando por el derecho a la alimentación.

  • Luchamos y seguiremos luchando por una nueva política que, definiendo y cumpliendo nuevas metas de producción pueda garantizar una disminución de la dependencia y de las importaciones en el abasto de alimentos básicos y una productividad creciente y extendida que equilibre las regiones y pueda democratizar el desarrollo en todo el territorio nacional.

  • Requerimos su total apoyo en las instancias internacionales para llevar a cabo lo que Usted propone: “ Para afrontar los problemas de fondo, que no pueden ser resueltos por acciones de países aislados, es indispensable un consenso mundial que lleve, por ejemplo, a programar una agricultura sostenible y diversificada, a desarrollar formas renovables y poco contaminantes de energía, a fomentar una mayor eficiencia energética, a promover una gestión más adecuada de los recursos forestales y marinos, a asegurar a todos el acceso al agua potable”.

  • No descansaremos en nuestra lucha por la justicia, contra la impunidad y la corrupción y a favor de que se hagan efectivos todos los derechos para todas y para todos. Exigimos justicia para nuestras compañeras y compañeros asesinados; vigencia total del imperio de la Ley.

Padre Francisco: estamos bien dispuestas y dispuestos a responder a su llamado y poner nuestra parte en la construcción de nuestra casa común brindando los alimentos suficientes, saludables y accesibles para todas y todos quienes la habitamos. Esa es nuestra aportación a la Revolución de la Ternura a la que Usted nos convoca.

Desde el peregrinar del Ejido Benito Juárez a bordo de una de nuestras herramientas de trabajo, el tractor con el que labramos la tierra para producir alimentos, recorrimos 200 km para nuestro encuentro, en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, norte de México.

Mujeres, hombres, niñas y niños de El Barzón.



viernes, 12 de febrero de 2016

Campesinas y campesinos al encuentro con el Papa Francisco por el cuidado de la casa común


Chihuahua, Chih.- Los hombres y mujeres del campo realizaremos una peregrinación a bordo de nuestros tractores, partiendo del Ejido Benito Juárez, municipio de Buenaventura con destino a ciudad Juárez  para estar presentes durante la visita del Papa Francisco a la República Mexicana.  

Durante cuatro días a bordo de la maquinaria con la que labramos la tierra para producir alimentos, caminaremos al encuentro con el Papa Francisco, motivados por el mensaje que el máximo representante de la iglesia católica ha expresado sobre el cuidado de la casa común al proclamar como derechos sagrados la tierra, el techo y el trabajo.

En los 200 kilómetros de recorrido a ciudad Juárez, la intención de campesinas y campesinos es poner en los ojos del mundo las problemáticas que sufre el campo mexicano, mismas que el Papa Francisco ha mencionado en diversos momentos de sus mensajes evangélicos al frente de la iglesia.

El cuidado y la defensa de la tierra, el territorio, los recursos naturales, principalmente el agua, el ordenamiento del mercado agroalimentario para el acceso al derecho humano a la alimentación, que permita precios justos a las cosechas de los campesinos y precios accesibles a los consumidores, así como el acceso pleno a la paz con justicia y dignidad;  son las principales razones de la lucha campesina que construyen esperanzas y sueños de que un mundo mejor es posible.

Las mujeres campesinas harán entrega de un obsequio con productos cosechados en la región como una ofrenda de bienvenida al Papa Francisco a este espacio de nuestra casa común.


Para finalizar, se entregará una carta al Papa Francisco para expresar lo que viven las y los campesinos y conozca la realidad, y así, con su mensaje en México pueda interceder ante los responsables de aplicar las políticas públicas en nuestro país, para lograr una política agropecuaria mejor.