Con mucho cariño las mujeres y los hombres
organizados en El Barzón. le damos la bienvenida a Ciudad Juárez, al estado de
Chihuahua y a nuestro México Somos un movimiento de ciudadanas y ciudadanos
libres surgido hace más de veinte años para salvar el patrimonio de los
agricultores ante la voracidad de los bancos; las viviendas y los negocios
familiares. Ahora, también luchamos para producir alimentos baratos,
saludables, suficientes para tod@s, mantener empleos dignos en el campo y vivir
en armonía con la madre naturaleza. Y proseguimos defendiendo el patrimonio de
las familias, sobre todo sus viviendas a la vez que la realidad de violencia,
exclusión y corrupción de este país nos ha tornado también en defensoras y
defensores de los derechos humanos.
Usted expresa muy bien la mística de acción citando
a San Francisco de Asís en el número 10 de su encíclica Laudato Si: “…son inseparables la preocupación por la naturaleza, el
compromiso con la sociedad y la paz interior”.
Porque hemos escuchado, tanto el clamor de la
tierra como el clamor de los pobres, queremos decirle que estamos con Usted,
que su entrega y su lucha son nuestra entrega y y nuestra lucha. Que, como
nuestros hermanos y hermanas de las Comunidades Ecesiales de Base compartimos
su ver, su juzgar y su llamado a actuar en este mundo donde se han globalizado
el desastre ambiental, la violencia, la injusticia, la exclusión pero también
donde hay fuerzas de abajo que clamamos por globalizar la justicia, la
solidaridad, la ternura, la esperanza.
Compartimos su VER: porque
el diagnóstico que hace Usted en su Encíclica lo vivimos, lo sufrimos desde
abajo:
- Día a día sentimos como el deterioro del ambiente y de la sociedad afectan de un modo
especial a los más débiles del planeta. (48).
- Nuestras comunidades padecen la sequía, las
heladas extremas, los temporales erráticos, porque como Usted señala: muchos pobres viven en lugares particularmente
afectados por fenómenos relacionados con el calentamiento y sus medios de
subsistencia dependen fuertemente de las reservas y de los servicios
ecosistémicos. (25).
- Hemos tenido que defender nuestra agua no sólo
porque, como Usted señala, Las aguas
subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que
producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre
todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes.
(29), sino también por la colusión de agricultores ricos, depredadores de
ese vital recurso, coludidos con autoridades corruptas. Y, con Usted
concluimos que: Una mayor escasez de
agua provocará el aumento del costo de los alimentos y de distintos
productos que dependen de su uso. (31) Es el agua que no es nuestra,
que nos tienen prestada nuestros hijos y nuestros nietos.
- Por nuestra parte vemos con indignación como
los precios de los insumos que empleamos para producir, semillas,
fertilizantes, combustibles, implementos y maquinaria van siempre a la
alza y los precios de nuestros productos, van a la baja. Esto nos
descapitaliza, nos hace abandonar la tierra y nuestras comunidades.
- Todo esto va generando una enorme polarización
y desigualdad económica y productiva entre las más de cinco millones 300
mil unidades económicas del sector agropecuario, de acuerdo a un estudio
de la FAO, organización que también califica de “insostenible” la
situación que vivimos los pequeños agricultores.
- Así se va generando un esquema que favorece
las importaciones de los alimentos básicos, que en México ya cubren más
del 40% del consumo nacional y nos hace dependientes en nuestra
alimentación de empresa extranjeras sin escrúpulos.
- Nuestras condiciones de vida se van
deteriorando, como Usted bien apunta: “La
carencia de protección social afecta sobre todo a los pequeños
agricultores, ganaderos, pescadores y agentes forestales, obligados a
vivir precariamente, porque el fruto de su trabajo depende con frecuencia
de condicionamientos naturales, que a menudo escapan de su control, y a la
falta de medios para enfrentar las malas cosechas o para obtener las
herramientas técnicas necesarias.
- Por si esto fuera poco, la violencia, la
injusticia y la impunidad se han adueñado del campo mexicano. El crimen
organizado, las corporaciones policíacas y militares aliadas con él, han
hecho que nuestros pueblos, nuestras comunidades vivan en el terror
cotidiano. Controlan nuestros espacios, violan nuestros derechos más
elementales; asesinan a nuestros dirigentes cuando reclamamos justicia;
llevan a cabo cientos de desapariciones forzadas. Todo esto en medio de la
más absoluta impunidad.
Compartimos también su manera de JUZGAR esta
situación, Padre Francisco:
§
Como Usted pensamos que la raíz estructural de los
problemas ambientales y sociales que nos aquejan a las agriculturas campesinas
e indígenas es el Paradigma Tecnocrático-Financiero-Mercantilista que se ha
impuesto a nuestras sociedades. Con Usted concluimos que: “el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la
inclusión social.” (109)
§
Nos apropiamos de sus palabras: “Cuando la especulación financiera
condiciona el precio de los alimentos tratándolos como a cualquier mercancía,
millones de personas sufren y mueren de hambre. Por otra parte se desechan
toneladas de alimentos. Esto constituye un verdadero escándalo. El hambre es
criminal, la alimentación es un derecho inalienable”.
§
Como Usted sostenemos: “No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola
y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una
aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los
excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza.” (139).
§
Este modelo tecnocrático-mercantilista, Usted bien
lo señala, propicia “…una tendencia al
desarrollo de oligopolios en la producción de granos y de otros productos
necesarios para su cultivo, y la dependencia se agrava si se piensa en la
producción de granos estériles que terminaría obligando a los campesinos a
comprarlos a las empresas productoras.” Por esto precisamente hemos luchado con
intensidad para defender nuestro maíz y nuestro patrimonio genético de los
organismos genéticamente modificados.
§
Otro de
los factores de esta crisis con varias cabezas es la extensión de los
monocultivos controlados por oligopolios, que presionan para cambiar
indebidamente los usos del suelo; que arrasan con la cubierta vegetal de
cientos de miles de hectáreas y se acaban en unos cuantos años el agua fósil
almacenada pacientemente bajo el desierto por decenas de siglo. (23) Desde
nuestras localidades observamos que: “…La
expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de
los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el
futuro de las economías regionales.” (134) En México todo esto se hace con
el total apoyo de los diversos órdenes de gobierno.
§
Las consecuencias las señala Usted y nosotros las
constatamos a nuestro alrededor: “…el acaparamiento de las tierras de cultivo
por parte de empresas transnacionales y Estados… no sólo priva a los
agricultores de un bien esencial, sino que afecta directamente a la soberanía
de los países. Ya son muchas las regiones en las que los alimentos producidos
van a países extranjeros y la población local se empobrece por partida doble,
porque no tiene ni alimentos ni tierra”.
Concluimos, que “Estas situaciones provocan el gemido de la hermana tierra, que se une
al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro
rumbo.”. Ese rumbo lo hemos tomado con nuestros movimientos y con nuestras
luchas, por eso también hacemos nuestro su Llamado a ACTUAR:
- Partimos de las premisas que Usted plantea:
que la humanidad posee la capacidad de colaborar para construir nuestra
casa común. (25) y que Salvar la vida, salvar al planeta, salvar a la
humanidad pasa por salvar a la pequeña agricultura.
- Estamos dispuestas y dispuestos a seguir
luchando, como Usted lo dijo en el Encuentro con Movimientos Sociales en
Bolivia, por la tierra, el techo y el trabajo digno, en el sentido que
apuntan los Obispos de Paraguay: «Todo
campesino tiene derecho natural a poseer un lote racional de tierra donde
pueda establecer su hogar, trabajar para la subsistencia de su familia y
tener seguridad existencial. Este derecho debe estar garantizado para que
su ejercicio no sea ilusorio sino real. Lo cual significa que, además del
título de propiedad, el campesino debe contar con medios de educación
técnica, créditos, seguros y comercialización” (94) El gran objetivo
es que se nos permitan una vida digna a través de nuestro trabajo en el
campo. (128)
- Vamos a continuar nuestras luchas para que las
autoridades asuman la responsabilidad de toma medidas de claro y firme
apoyo a los pequeños productores y a la diversidad productiva, sobre todo
a los sistemas alimentarios campesinos “…que siguen alimentando a la mayor parte de la población mundial,
utilizando una baja proporción del territorio y del agua, y produciendo
menos residuos, sea en pequeñas parcelas agrícolas, huertas, caza y
recolección silvestre o pesca artesana.” (129)
- A nivel local, continuaremos nuestros
movimientos en el sentido de lo que Usted señala: “…la modificación del consumo, al desarrollo de una economía de
residuos y de reciclaje, a la protección de especies y a la programación
de una agricultura diversificada con rotación de cultivos. Es posible
alentar el mejoramiento agrícola de regiones pobres mediante inversiones
en infraestructuras rurales, en la organización del mercado local o
nacional, en sistemas de riego, en el desarrollo de técnicas agrícolas
sostenibles. Se pueden facilitar formas de cooperación o de organización
comunitaria que defiendan los intereses de los pequeños productores y
preserven los ecosistemas locales de la depredación.”
- Insistiremos en nuestra demanda, en la que
Usted también está de acuerdo de que es urgente ordenar el mercado
agroalimentario La población padece de manera sistemática de las prácticas
de la especulación y el ocultamiento de productos. Exigimos necesarias
intervenciones de los poderes públicos para regular a los grandes poderes
que intervienen. garantizar el derecho a la vida digna comenzando por el
derecho a la alimentación.
- Luchamos y seguiremos luchando por una nueva
política que, definiendo y cumpliendo nuevas metas de producción pueda
garantizar una disminución de la dependencia y de las importaciones en el
abasto de alimentos básicos y una productividad creciente y extendida que
equilibre las regiones y pueda democratizar el desarrollo en todo el
territorio nacional.
- Requerimos su total apoyo en las instancias
internacionales para llevar a cabo lo que Usted propone: “ Para afrontar los problemas de fondo,
que no pueden ser resueltos por acciones de países aislados, es indispensable
un consenso mundial que lleve, por ejemplo, a programar una agricultura
sostenible y diversificada, a desarrollar formas renovables y poco
contaminantes de energía, a fomentar una mayor eficiencia energética, a
promover una gestión más adecuada de los recursos forestales y marinos, a
asegurar a todos el acceso al agua potable”.
- No descansaremos en nuestra lucha por la
justicia, contra la impunidad y la corrupción y a favor de que se hagan
efectivos todos los derechos para todas y para todos. Exigimos justicia
para nuestras compañeras y compañeros asesinados; vigencia total del
imperio de la Ley.
Padre Francisco: estamos bien dispuestas y
dispuestos a responder a su llamado y poner nuestra parte en la construcción de
nuestra casa común brindando los alimentos suficientes, saludables y accesibles
para todas y todos quienes la habitamos. Esa es nuestra aportación a la
Revolución de la Ternura a la que Usted nos convoca.
Desde el peregrinar del Ejido Benito Juárez a bordo
de una de nuestras herramientas de trabajo, el tractor con el que labramos la
tierra para producir alimentos, recorrimos 200 km para nuestro encuentro, en
Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, norte de México.
Mujeres,
hombres, niñas y niños de El Barzón.